Todas las fiestas de mañana

Colin Laney vive en una caja de cartón en la ciudad de Tokio. Su cuerpo se encuentra al borde del colapso a causa de la fiebre, pero su mente sigue navegando por el ciberespacio y detectando aquellos 'puntos nodales' en los flujos de datos que pueden cambiar el mundo. Colin es la única persona capaz de descubrir esas singularidades y ahora se está creando uno de esos nodos con su centro en el puente de la bahía de San Francisco. Colin envía a Barry Rydell al puente con el encargo de encontrar un misterioso asesino, cuyo único signo distintivo es que no hay ningún rastro de él en la red. Barry viaja con un extraño paquete que es el 'hogar' de Rei Toei, el ídolo musical virtual que vivió sus desventuras en Idoru. A ellos se une Chevette, una antigua novia de Barry, y Silencio, un chico fascinado por los relojes. En una ciudad invadida por la niebla, este extraño grupo deberá enfrentarse a las maquinaciones del multimillonario Cody Harwood, que pretende conservar las riendas del poder tras las convulsiones que provocará el punto nodal que está a punto de estallar, aunque para ello haya que liquidar algunos estorbos.